En el anterior post1 nos referimos al aspecto organizacional que implicaba la
discusión sobre la reestructuración de las ciencias sociales. Tenía un enfoque
interno que trataba sobre la estructura académica de las ciencias sociales y un
enfoque externo que abordaba las estructuras de investigación fuera del ámbito
universitario.
Queda por ver los aspectos teórico metodológicos:
Diría que estos son temas que se vienen
discutiendo desde hace varias décadas pero no por ello dejan de carecer de actualidad.
Dentro del campo de lo social estas cuestiones siempre salen a la luz y nos
obligan a repensar nuestro papel como investigadores sociales. Incluso si
estamos abocados a la comunicación profesionalmente, pues nuestra relación con
la sociedad es día a día, como periodistas, comunicadores para el desarrollo,
comunicadores audiovisuales, relacionistas públicos, entre otras especialidades.
1.
Relación entre investigador e investigación.
De la cual se desprende el viejo pero muy
actual -insisto- problema de la objetividad. El entendimiento de este asunto es
indesligable del pensamiento moderno y por consiguiente del modelo cartesiano de la división de la mente y el cuerpo, el
espíritu y la naturaleza, el sujeto y el objeto; así como de los principios
newtonianos sobre la comprensión y control de la naturaleza. Ambos dieron, mucho
después, sustento a la idea del científico que se alienaba, que se aislaba del
mundo, que se aislaba de su objeto de estudio para ‘desencantarlo’. De este
modo, el desencantamiento del mundo, (Entzauberung der Welt) concepto expuesto por Max Weber en su obra Estudios sobre la sociología de la religión, fue en
realidad un proceso que se había iniciado desde siglos atrás.
El conocimiento científico, teniendo como
base a la objetividad, no podía ya aceptar explicaciones ideológicas,
religiosas o animistas carentes de rigurosidad y predictibilidad.
Ahora bien, el reencantamiento del mundo2 propuesto por Ilya Prigogine e Isabelle Stengers, no
es una vuelta al pasado o hacia una nueva mistificación, sino a desechar la
idea que no estamos vinculados al mundo, una invitación a derribar las barreras
artificiales entre los seres humanos y la naturaleza.
El desencantamiento del mundo fue intento
encomiable de liberar al espíritu humano y al conocimiento de arbitrariedades.
Sin embargo se negó a aceptar lo que ahora es más evidente:
-
Ningún científico puede ser separado de su contexto físico y social.
- Toda
medición modifica la realidad en el intento de registrarla
- Toda
conceptualización se basa en compromisos filosóficos previos.
- La
creencia generalizada en una neutralidad científica ficticia ha pasado a ser un
obstáculo importante al aumento del valor de verdad de los descubrimientos.
2.
Reinsertar el tiempo y el espacio como variables constitutivas internas en los
análisis.
El tiempo y el espacio son variables
socialmente construidas que el científico utiliza para interpretar o afectar la
realidad social. Ambos deben colocarse dentro de los análisis pero no de una manera
separada y convencional. Cabe prestar atención al concepto de tiempo social apoyado
en las distinciones de Fernand Braudel
entre tiempo largo, coyuntura y acontecimiento. Asimismo, el modelo
de cinco tipos de TiempoEspacio planteado por Immanuel Wallerstein en Impensar las Ciencias Sociales: TiempoEspacio
episódico y geopolítico, TiempoEspacio coyuntural-ideológico, TiempoEspacio estructural, TiempoEspacio eterno y TiempoEspacio transformacional.3
Para cada tiempo social existe un particular
espacio social. El espacio no es solo un contenedor sino una dimensión de la experiencia
humana.
El reto es asumir estos planteamientos como
base para nuestras investigaciones, trabajos, proyectos de comunicación. Por ejemplo,
un avance en esa propuesta, es asumir que la concepción y el modo en que se
experimenta el tiempo y espacio varía social y culturalmente, de acuerdo a la
población donde quisiéramos intervenir con un proyecto y esas variables deben
estar incluidas desde la concepción y planificación.
3.
Superar separaciones artificiales entre lo político, lo económico y lo social.
Aunque esta división artificial, proveniente
del siglo XIX, es ignorada por los científicos sociales en la actualidad,
sucede lo contrario con el discurso oficial de las disciplinas. Por ello es
deseable abrir el debate en torno a aquello para el surgimiento de nuevos
planteamientos que cimentarán la reestructuración de las propias disciplinas.
En la obra se expone que esta tarea debe ser
resultado de una gran interacción de estudiosos de todas las perspectivas, sin
distinguir género, razas, clases y culturas lingüísticas. Así se evitarán
imposiciones de la opinión de un grupo de científicos del mundo. Una labor
compleja pero inevitable si se quiere seguir esa línea. Tal vez la comunicación
siendo un campo convergente para muchas disciplinas y por su carácter transversal
tenga un papel importante que desempeñar.
Vean los siguientes videos que contienen una entrevista a Ilya Prigogine donde plasma su pensamiento sobre la ciencia y el mundo actual. Valioso audiovisual que no tiene pierde.
________________________
1. Este post y su primera
parte se basa en un resumen del capítulo ¿Qué tipo de Ciencia Social debemos
construir ahora?, del libro Abrir las Ciencias Sociales de la Comisión
Gulbenkian para la reestructuración de las Ciencias Sociales.
2. El concepto se plantea en
La nouvelle Alliance de Prigogine y Stengers. Recomiendo seguir el enlace para un
acercamiento a dicha obra.
3. Los conceptos son
ampliamente explicados en las páginas 149 a 163 de Impensar las Ciencias
Sociales de Immanuel Wallerstein.
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