5 de febrero de 2012

¿Qué tipo de Ciencia Social debemos construir? ¿Y la comunicación? (Parte 2)

En el anterior post1 nos referimos al aspecto organizacional que implicaba la discusión sobre la reestructuración de las ciencias sociales. Tenía un enfoque interno que trataba sobre la estructura académica de las ciencias sociales y un enfoque externo que abordaba las estructuras de investigación fuera del ámbito universitario.

Queda por ver los aspectos teórico metodológicos:
Diría que estos son temas que se vienen discutiendo desde hace varias décadas pero no por ello dejan de carecer de actualidad. Dentro del campo de lo social estas cuestiones siempre salen a la luz y nos obligan a repensar nuestro papel como investigadores sociales. Incluso si estamos abocados a la comunicación profesionalmente, pues nuestra relación con la sociedad es día a día, como periodistas, comunicadores para el desarrollo, comunicadores audiovisuales, relacionistas públicos, entre otras especialidades.

1. Relación entre investigador e investigación.
De la cual se desprende el viejo pero muy actual -insisto- problema de la objetividad. El entendimiento de este asunto es indesligable del pensamiento moderno y por consiguiente del modelo cartesiano de la división de la mente y el cuerpo, el espíritu y la naturaleza, el sujeto y el objeto; así como de los principios newtonianos sobre la comprensión y control de la naturaleza. Ambos dieron, mucho después, sustento a la idea del científico que se alienaba, que se aislaba del mundo, que se aislaba de su objeto de estudio para ‘desencantarlo’. De este modo, el desencantamiento del mundo, (Entzauberung der Welt) concepto expuesto por Max Weber en su obra Estudios sobre la sociología de la religión, fue en realidad un proceso que se había iniciado desde siglos atrás.
El conocimiento científico, teniendo como base a la objetividad, no podía ya aceptar explicaciones ideológicas, religiosas o animistas carentes de rigurosidad y predictibilidad.
Ahora bien, el reencantamiento del mundo2 propuesto por Ilya Prigogine e Isabelle Stengers, no es una vuelta al pasado o hacia una nueva mistificación, sino a desechar la idea que no estamos vinculados al mundo, una invitación a derribar las barreras artificiales entre los seres humanos y la naturaleza.
El desencantamiento del mundo fue intento encomiable de liberar al espíritu humano y al conocimiento de arbitrariedades. Sin embargo se negó a aceptar lo que ahora es más evidente:
- Ningún científico puede ser separado de su contexto físico y social.
- Toda medición modifica la realidad en el intento de registrarla
- Toda conceptualización se basa en compromisos filosóficos previos.
- La creencia generalizada en una neutralidad científica ficticia ha pasado a ser un obstáculo importante al aumento del valor de verdad de los descubrimientos.

2. Reinsertar el tiempo y el espacio como variables constitutivas internas en los análisis.
El tiempo y el espacio son variables socialmente construidas que el científico utiliza para interpretar o afectar la realidad social. Ambos deben colocarse dentro de los análisis pero no de una manera separada y convencional. Cabe prestar atención al concepto de tiempo social apoyado en las distinciones de Fernand Braudel entre tiempo largo, coyuntura y acontecimiento. Asimismo, el modelo  de cinco tipos de TiempoEspacio planteado por Immanuel Wallerstein en Impensar las Ciencias Sociales: TiempoEspacio episódico y geopolítico, TiempoEspacio coyuntural-ideológico, TiempoEspacio estructural, TiempoEspacio eterno y TiempoEspacio transformacional.3
Para cada tiempo social existe un particular espacio social. El espacio no es solo un contenedor sino una dimensión de la experiencia humana.
El reto es asumir estos planteamientos como base para nuestras investigaciones, trabajos, proyectos de comunicación. Por ejemplo, un avance en esa propuesta, es asumir que la concepción y el modo en que se experimenta el tiempo y espacio varía social y culturalmente, de acuerdo a la población donde quisiéramos intervenir con un proyecto y esas variables deben estar incluidas desde la concepción y planificación.

3. Superar separaciones artificiales entre lo político, lo económico y lo social.
Aunque esta división artificial, proveniente del siglo XIX, es ignorada por los científicos sociales en la actualidad, sucede lo contrario con el discurso oficial de las disciplinas. Por ello es deseable abrir el debate en torno a aquello para el surgimiento de nuevos planteamientos que cimentarán la reestructuración de las propias disciplinas.
En la obra se expone que esta tarea debe ser resultado de una gran interacción de estudiosos de todas las perspectivas, sin distinguir género, razas, clases y culturas lingüísticas. Así se evitarán imposiciones de la opinión de un grupo de científicos del mundo. Una labor compleja pero inevitable si se quiere seguir esa línea. Tal vez la comunicación siendo un campo convergente para muchas disciplinas y por su carácter transversal tenga un papel importante que desempeñar.

Vean los siguientes videos que contienen una entrevista a Ilya Prigogine donde plasma su pensamiento sobre la ciencia y el mundo actual. Valioso audiovisual que no tiene pierde.












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1. Este post y su primera parte se basa en un resumen del capítulo ¿Qué tipo de Ciencia Social debemos construir ahora?, del libro Abrir las Ciencias Sociales de la Comisión Gulbenkian para la reestructuración de las Ciencias Sociales.
2. El concepto se plantea en La nouvelle Alliance de Prigogine y Stengers. Recomiendo seguir el enlace para un acercamiento a dicha obra.
3. Los conceptos son ampliamente explicados en las páginas 149 a 163 de Impensar las Ciencias Sociales de Immanuel Wallerstein. 



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